Con un cuchillo bien afilado, cortaremos los cuerpos en tiritas
y los tentáculos más gruesos en trocitos.
En un cuenco, mezclaremos el vino con 4 cucharadas de aceite, 3 dientes de ajo pelados y troceados, la hoja de laurel, un poco de perejil lavado y picado, el tomillo, sal y pimienta.
Batiremos todo con un tenedor con objeto de emulsionar muy bien todos los ingredientes.
Después sumergeremos la sepia en este líquido y la dejaremos macerar apróximadamente 1 hora, dándole frecuentes vueltas.
Pasado este tiempo la escurriremos y filtraremos el líquido.
En una cazuel pondremos 2 cucharadas de acite con el diente de ajo que nos queda picado. Lo sofreímos y agregamos las sepias. Las dejamos rehogar unos instantes y agregamos el líquido que habíamos filtrado de la maceración.
Lo dejaremos cocer a fuego moderado y tapado durante unos 45 minutos.
Rectificaremos de sal y pimienta y retiraremos la cazuela del fuego rociándola con el zumo del limón y espolvoreando con un poco más de perejil, lavado y picado.
Para servirlo colocaremos las sepias en una fuente caliente y adornaremos con ramitos de perejil y rodajas de limón.
Y ya está, espero que os guste como a mí. Ah, tarda 2 H. 15 min. en total de hacerse, pero es muy facil.