Canónigos
Son unas matas entre 10 y 20 cm. de alto, de hojas peque?as y redondeadas en forma de roseta y de color verde.
Es una planta que se cría silvestre en muchos campos de toda Europa; y se solía encontrar en los jardines de conventos y monasterios, de ahí su nombre ?hierba de los canónigos-. Desde hace un tiempo se empezaron a cultivar algunas variedades con hojas algo más grandes y tiernas que las silvestres. Fuera de Europa prácticamente no se conoce.
Son unas hojas muy suaves y de sabor delicado, con un ligero gusto a frutos secos. En los comercios se suelen encontrar en bolsas y ya preparados para su consumo.
Su usos en la cocina son algo limitados, ya que prácticamente sólo se emplea fresco y en ensaladas, bien solos o acompa?ados de otras verduras y hortalizas; liga muy bien con queso fresco, frutos secos y uvas. También lo podemos utilizar en tortillas, cremas frías o sustituyendo a las espinacas. Asimismo se puede emplear también como guarnición de platos de carne y pescado. Debido a su delicadeza los debemos incorporar en el último momento y evitar en la manera de lo posible los ali?os fuertes para evitar que se mustien.
Los canónigos tienen gran cantidad de clorofila y más minerales que muchas otras hortalizas: son ricos en vitaminas A, B y C, además de su contenido en hierro, potasio, fósforo, manganeso y yodo. Nutritivamente hablando son muy superiores a la lechuga entre otras. Es una planta de la misma familia que la valeriana, por lo tanto tiene muchas de sus propiedades, es tranquilizante y ayuda a combatir el insomnio. Es recomendable en dietas adelgazantes y en caso de anemia y problemas renales.