1 escarola mediana
500 gr. de bacalao desalado, sin pieles ni espinas
160 gr. de salsa romesco
10 gr. de sal
1 dl. de vinagre de estragón
2.5 dl. de aceite de oliva
Preparación
La elaboración de esta ensalada resulta sumamente rápida si previamente se han elaborado los
procesos previos más importantes, es decir, la elaboracioá de la salsa romesco,
la limpieza de la escarola y el desalado del bacalao.
La industria alimentaria nos permite acortar estos tiempos de elaboración,
previo pago de un importante plus en el PVP del producto. Dependiendo de nuestras
necesidades de tiempo y dinero optaremos libremente por un camino u otro.
Así empezaremos la elaboración por limpiar y escurrir tras un par de cambios de agua la
escarola seleccionada. Las hojas más verdes de la misma resultan de difícil digestión,
las desecharemos.
Por su parte remojaremos según la necesidad del mismo el bacalao hasta lograr el punto
de sal idóneo. Al tratarse de una ensalada y consumirse en crudo, es recomendable dejarle
un puntito ligero de sal.
Tras determinar que el punto de sal es correcto, desmigaremos el bacalao, dejando trozos que sean
apreciables en la ensalada; tampoco es agradable que no se pueda apenas notar la textura del bacalao
porque este esta excesivamente desmigado.
En un recipiente que nos permita realizar la mezcla con comidad, introduciremos la escarola, junto con
el bacalao desmigado y la salsa romesco
Movemos ligeramente el conjunto, y a?adimos una pizca más de sal, el vinagre de estragón y el aceite
de oliva. Removemos bien la ensalada, logrando repartir el romesco por todo el conjunto, incluido
el bacalao desmigado.